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Al señalar que una de las grandes metas nacionales que se debe plantear en este año del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, es pasar de una economía maquiladora a una economía basada en el conocimiento, pues esta última es más competitiva porque detona mayor productividad, el gobernador Enrique Peña Nieto afirmó que la educación debe ser la base del cambio y transformación de nuestro país.
Al inaugurar los Foros de Reflexión Compromiso por México, en el Eje Educación y Cultura, el mandatario estatal dijo que la economía basada en el conocimiento cuenta con una fuerza laboral con mayor valor agregado, mejores ingresos y mayor bienestar; además, es menos desigual porque hay lugar para la movilidad social y reduce la inequidad de una generación a la siguiente.
Sostuvo que para alcanzar esa meta se requiere un Estado eficaz que garantice en la práctica y no sólo en el papel, acceso universal a la educación de calidad, al fomentar la igualdad de oportunidades educativas; que garantice la libertad de investigación y creación científica; un Estado eficaz que convierta la educación, la ciencia y la tecnología en una prioridad presupuestal.
En presencia de los ex mandatarios mexiquenses Alfredo Del Mazo, Emilio Chuayffet y César Camacho Quiroz, también coordinador General de los foros, así como de los representantes de los poderes Legislativo, Ernesto Némer Álvarez y del Judicial, Baruch Delgado Carbajal, indicó que la educación es la expresión más plena de una sociedad democrática, plural, igualitaria y participativa.
En ella, agregó, se condensan todas nuestras libertades y aspiraciones, así como la capacidad para trascender, y añadió que “un Estado eficaz exitoso será aquel que logre articular políticas públicas de largo aliento, transexenales, que sin importar su sello político sea capaz de definir grandes metas nacionales alcanzables y medibles, construyendo acuerdos y consensos avalados por todas las fuerzas y actores políticos”.
Indicó que si algo justifica la intervención del Estado en la vida social es precisamente la educación, ya que es la mejor inversión; la que mayor valor agregado genera y la que verdaderamente crea igualdad de oportunidades.
Por ello, dijo, es preciso modificar la visión de nuestro entorno; concebir a la educación no sólo como una simple obligación del Estado, sino como el inicio de la solución a múltiples obstáculos que impide un desarrollo pleno, equitativo y sostenido.
Resaltó que se tienen que alcanzar transformaciones de fondo y estructurales como una revisión integral de los planes y programas en los niveles básicos, induciendo al análisis, la crítica y la comprensión del entorno; destinar mayor presupuesto y mejores maestros a las zonas más marginadas para contrarrestar las desigualdades de origen; ampliar la educación en educación media superior y superior al reestructurar presupuestos de acuerdo a las exigencias de las instituciones, no bajo criterios burocráticos o políticos; revisar a fondo los criterios actuales sobre la calidad educativa y colocar a la escuela en el centro de la transformación educativa.
Agregó que también se debe crear un sistema integral de educación que involucre todos los niveles y modalidades de la educación y, sobre todo, que prescriba mejoras concretas; construir una efectiva red de vinculación entre el sistema educativo y el sector productivo; diseñar mecanismos para incorporar el financiamiento privado a la educación superior, especialmente de las empresas que obtienen beneficios directos de la preparación de los futuros profesionistas; impulsar una mayor inversión pública y privada tanto en ciencia y tecnología como en investigación y desarrollo, hasta cumplir con el porcentaje recomendado a nivel internacional del 3 por ciento del PIB; y detonar un moderno y ambicioso programa para promoción de la cultura y las artes, que aliente a los creadores mexicanos y revalore la importancia en la identidad nacional.
El gobernador afirmó que México ha cambiado su rostro en el último siglo, ya que en 1900, el 81 por ciento de la población era analfabeta, y para el 2005, sólo el 7.7 por ciento se encuentra en esta condición; en 1907 el país contaba con mil 540 escuelas de nivel primaria, mientras que en el ciclo escolar 2009-2010, se registran más de 99 mil 300; en este nivel educativo el número de maestros creció en 2 mil 200 por ciento, al pasar de 22 mil 939, en 1921, a más de 574 mil maestros en este año.
Aseveró que en el inicio del siglo XX, México contaba con 74 instituciones de educación superior, hoy se tienen al servicio de los mexicanos 5 mil 742 escuelas, muchas de ellas de gran prestigio internacional.
Expresó que a pesar de los avances significativos alcanzados en la etapa posrevolucionaria en materia de infraestructura, cobertura y calidad educativa, se tienen enormes retos para asegurar que cada mexicano tenga el derecho a recibir una educación de calidad y tener acceso universal a la lectura.
Señaló que es fundamental garantizar que haya igualdad de oportunidades educativas, ya que los sectores más pobres de la población, localidades rurales e indígenas, reciben la peor educación, lo que alimenta así un círculo de pobreza permanente que estamos obligados a eliminar.
Peña Nieto destacó que México quiere ser un país competitivo; quiere exportar productos y servicios, no sólo mano de obra, por ello, es fundamental aprovechar el talento de los estudiantes e investigadores, de los creadores y artistas para que se queden en nuestro país, que contribuyan al desarrollo nacional.
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