La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) confirmó hace unos minutos que la niña Paulette Gebara Farah falleció accidentalmente al quedar atorada entre el colchón y la estructura de madera que se ubica al pie de su cama, es decir, en el mismo lugar donde fue hallado el cadáver nueve días después de que la menor fue reportada como desaparecida por sus padres.
En un mensaje a los medios de comunicación para dar a conocer la resolución del caso, el procurador de justicia mexiquense, Alberto Bazbaz Sacal, indicó que debido a esta situación no se ejercerá acción penal en contra de nadie por la muerte de la niña de cuatro años de edad.
Esta conclusión, dijo, se encuentra sustentada en los resultados de los exámenes periciales que practicó la procuraduría mexiquense y otras instancias externas que colaboraron durante la investigación, como la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), la Procuraduría General de la República (PGR), la procuraduría de Nuevo León, el Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) y el Departamento de Justicia estadunidense.
Durante su mensaje, el procurador Alberto Bazbaz reconoció que al principio de la investigación hubo deficiencias en el actuar de la procuraduría, no sólo en la indagatoria, sino en la forma de comunicar el caso, lo cual generó “que se desatara una ola de especulaciones” sobre el hecho.
“Sobre estas deficiencias, asumo la responsabilidad institucional y personal, pero pueden estar seguros que actuamos siempre apegados a la ley”, sostuvo.
Uno de los principales errores de la dependencia, señaló el funcionario, fue no haber revisado correctamente la habitación y la cama de la niña en el periodo que estuvo desaparecida, ya que los exámenes periciales han demostrado que Paulette murió la noche en que llegó de Valle de Bravo con su papá y cinco horas después de haber ingerido su último alimento, es decir, entre la noche del domingo 21 de marzo y la madrugada del lunes 22.
El procurador de justicia mexiquense indicó que las diversas pruebas practicadas al cuerpo de la menor señalan que el cuerpo nunca fue manipulado después de su muerte y no se observaron huellas de lesiones o indicios de que hubiera existido alguna maniobra de defensa.
“La posición en la que fue encontrado el cadáver es la misma posición donde falleció Paulette”, recalcó Bazbaz Sacal.
De acuerdo con la procuraduría, Paulette estuvo con vida durante unos minutos después de que su cuerpo quedara atorado entre su colchón y la estructura de madera que su ubica al pie de su cama, lo cual se puede comprobar con los rastros de orina que se encontraron en una de las sábanas del mueble.
Basta recordar que la necropsia que se practicó al cuerpo de la menor indica que Paulette falleció de asfixia por obstrucción de las vías respiratorias y presión torácica.
Cabe señalar que el papá de la menor Paulette Gebara, Mauricio Gebara, ha manifestado en diversas ocasiones su incredulidad sobre la hipótesis del accidente que ahora confirma la procuraduría, y ha insistido en que la muerte de su hija fue producto de un homicidio.
Fuente: jornada.unam.mx
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